Río Filobobos y Entorno

Categoría: Área natural protegida.

Importancia: Tiene un gran valor paisajístico. Contiene en su interior sitios arqueológicos del Totonacapan, como Cuajilote y Vega de la Peña. Resguarda todavía ecosistemas bien conservados. Sirve de refugio a la flora y fauna nativa. La cascada la Tomata que se encuentra al interior de la zona representa un atractivo turístico.
El ordenamiento ecológico del territorio es el principal instrumento para que la planeación del desarrollo nacional contemple de manera adecuada la utilización del suelo, y propicie un manejo correcto de los recursos naturales; de conformidad con el Programa Nacional para la Protección del Medio Ambiente 1990 -1994. Es objetivo fundamental del Ejecutivo a mi cargo otorgar al medio ambiente la atención adecuada, ya que dentro de la gran tarea que nos impone la modernización del país, está la de fomentar, restaurar y preservar el equilibrio ecológico de la Entidad. El Río Filo-Bobos y sus áreas de influencia poseen gran belleza natural, fácil de promover como desarrollo turístico y con muy especiales características que lo hacen único. Este sitio es una parte de la selva veracruzana resguardada por barreras naturales, acantilados y cañones que a la vez albergan el hermosísimo río que baja serpenteando entre las paredes naturales y un pequeño valle donde existen uno de los vestigios humanos de la época prehispánica. Con fecha 29 de octubre de 1991, el Gobierno del Estado y la Asociación Civil “Ecología y Hábitats, A. C.” firmaron un convenio de coordinación y concertación; cuyo objetivo es establecer las bases para desarrollar acciones de preservación y restauración de la zona del Río Filobobos y su entorno; comprometiéndose el Estado a formular la Declaratoria de Área Natural Protegida de la referida Zona, a fin de regular el uso y oportunamente elaborar un Programa de Ordenamiento Ecológico. Asimismo, dada la localización de sitios donde se advierten vestigios arqueológicos que demuestran la existencia de culturas prehispánicas, es necesario emprender acciones conjuntas por parte de los organismos competentes. El Estado tiene la responsabilidad de dictar las medidas necesarias para preservar y restituir el equilibrio ecológico, a fin de que la sociedad mejore su calidad de vida, así como establecer una racional interdependencia entre el entorno social y natural.